Dada la delicadeza que suelen implicar los asuntos matrimoniales, y para procurar que el divorcio sea lo menos dañino posible para ambas partes, los jueces deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
- La voluntad de las partes.
- Situación laboral, familiar y económica de los progenitores.
- En el supuesto de existir hijos menores, las necesidades y el bienestar de estos y escuchar su voluntad dependiendo de su edad.
Pero estas condiciones pueden transformarse a lo largo del tiempo y suponer un cambio significativo que debe reflejarse en las medidas adoptadas en un principio.
Para iniciar un proceso de modificación de medidas es necesario que hayan cambiado las circunstancias que se analizaron en el momento de establecer las medidas originales tras el divorcio.
Algunos ejemplos de las modificaciones pueden ser:
- Cambios en la vida de los progenitores: variaciones en ingresos, nuevos hijos, enfermedades, cambios de vivienda, nuevas condiciones laborales…
- Cambios en la vida de los hijos: que crezcan o cambie su voluntad.
Para hacerlas efectivas no se puede hacer de forma unilateral, sino que deben comunicarse a nivel judicial. Sobre todo, cuando hay menores a quienes las medidas impuestas les afecten, así como la modificación de estas. Es importante recalcar que, para solicitar una modificación de medidas, las partes deben demostrar que las nuevas circunstancias tienen un impacto directo en el cumplimiento de las medidas originales. Por ejemplo, si uno de los progenitores se enfrenta a una incapacidad laboral permanente, esto puede afectar tanto a la custodia como a la capacidad de cumplir con las obligaciones económicas.
En el caso de descendencia, además de tener en cuenta su voluntad dependiendo de su edad, el tribunal puede solicitar informes psicosociales para evaluar cómo las nuevas circunstancias afectan su bienestar emocional y desarrollo.
El procedimiento judicial requiere la presentación de una demanda de modificación de medidas ante el tribunal que dictó las medidas originales. Esta demanda debe incluir pruebas documentales que respalden el cambio de circunstancias. En muchos casos, se celebra una vista en la que ambas partes tienen la oportunidad de defender sus posiciones.
Si existe un desacuerdo se puede recurrir a la mediación familiar antes o durante el proceso judicial. Este recurso puede facilitar acuerdos más rápidos y menos costosos para ambas partes y, cuando hay menores, priorizando su interés.
Procedimiento en caso de impago de la pensión alimenticia
El abono de la pensión de alimentos es una de las principales obligaciones tras el divorcio con hijos menores, con incapacidad o económicamente dependientes y no puede dejar de pagarse de forma voluntaria.
El incumplimiento del pago de la pensión alimenticia genera un problema económico para quien debe recibirla y también puede derivar en consecuencias legales. Se puede modificar la pensión a través de un procedimiento judicial, pero el impago puede ser sancionado penalmente si se demuestra una voluntad deliberada de no cumplir con la obligación.
En caso de incumplimiento reiterado, la parte afectada puede solicitar al tribunal medidas ejecutivas, como el embargo de bienes o retenciones en nómina. Estas acciones buscan garantizar el pago y proteger los derechos de menores o personas en situación de dependencia económica.
Si en un momento determinado, el obligado a pagar la pensión alimenticia sufre una mala situación económica que hace insostenible el pago de la pensión acordada o impuesta, debe acudir a un procedimiento judicial de modificación de medidas para modificar la misma.
En dicho procedimiento deberá acreditar que han cambiado sustancialmente las circunstancias tenidas en cuenta en su día para fijar la pensión de alimentos anterior. Contacta con Bernedo Abogado en caso de incidencias con la pensión alimenticia.
