Cuando enfrentamos un procedimiento legal, la situación puede resultar abrumadora y confusa. Puede que el sistema judicial te parezca complicado y, además, existen diferentes profesionales del derecho que van a intervenir. Es común conocer el trabajo que realizamos los abogados, sin embargo, el rol que desempeñan los procuradores no lo es tanto. En este artículo, te ayudaremos a entender quiénes son los procuradores, qué funciones realizan y por qué su intervención es esencial en la mayoría de los procedimientos judiciales.
¿Qué diferencia hay entre un abogado y un procurador?
En el ámbito judicial, es fundamental comprender las diferencias entre los roles de un abogado y un procurador, ya que ambos desempeñan funciones esenciales y complementarias dentro del sistema legal.
El abogado es un profesional del derecho que se encarga de la defensa de una persona para preservar sus derechos e intereses frente a otras personas o entidades. Interviene en los juicios y se encarga de asesorar a sus clientes.
El procurador es el profesional licenciado en derecho y especializado en el procedimiento procesal. Se encarga de toda la documentación, recibe las comunicaciones y notificaciones del Juzgado y ayuda a agilizar los procesos judiciales.
¿Cuándo se necesita un procurador?
La intervención de un procurador es obligatoria en la mayoría de los procedimientos judiciales, donde su papel complementa el trabajo del abogado para garantizar la correcta tramitación del caso. En la mayoría de los procedimientos judiciales es necesario contar con la asistencia de un abogado y un procurador. Sin embargo, existen determinados casos en los que solo es necesario contar con los servicios de un abogado. Esto dependerá de las distintas ramas o jurisdicciones del derecho: civil, penal, laboral y administrativa.
¿Qué funciones realiza un procurador?
Las funciones de un procurador son variadas y están centradas en la gestión y representación procesal, lo que permite que los abogados se enfoquen en la defensa jurídica y la estrategia del caso. Su misión principal es agilizar los procedimientos judiciales y actúan de intermediarios entre el juzgado, el abogado y el cliente.
El procurador es un profesional del derecho especializado en los procedimientos procesales que se encarga de las siguientes funciones:
- Representación procesal de los clientes ante los Juzgados y Tribunales.
- Realización de las gestiones necesarias para el buen desarrollo del proceso judicial.
- Gestión y pago de las tasas judiciales en representación de los clientes.
- Recepción y remisión de notificaciones de citaciones, resoluciones, emplazamientos y requerimientos.
- Presentación y elaboración de escritos ante el juez.
- Publicación de edictos y anuncios oficiales en los Boletines Oficiales.
Su misión es representar al cliente ante el juzgado, no defender su causa. Es una persona intermediaria entre la administración de justicia y el demandante o acusado.
Tanto los abogados como los procuradores son indispensables en el sistema judicial, cada uno tiene roles y funciones claramente definidos que garantizan una representación legal eficaz y un proceso judicial eficiente. Mientras que el abogado se centra en la defensa de los derechos y la asesoría legal de sus clientes, el procurador actúa como intermediario y gestor procesal, asegurando que todas las formalidades y trámites judiciales se realicen correctamente.
Nuestra recomendación es contar, en aquellos procedimientos legales que se requiera, con ambas figuras profesionales para una adecuada representación y defensa. Contacta con Bernedo Abogado si tienes cualquier duda.
